¿Existen los vampiros de energía vital?
- Jordi Abarca
- 27 mar
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 10 abr
A lo largo de la historia, los vampiros han protagonizado muchas novelas y películas de misterio. Popularmente se caracterizan por no soportar la luz solar, salir de noche, alimentarse de sangre humana o animal, no poder reflejarse en los espejos y por sus colmillos afilados y su apariencia gótica. Para ahuyentarlos se puede usar un ajo, iluminarlos con luz solar o artificial o eliminarlos como se pueda, usando alguna herramienta letal.
Aparte de estos vampiros, desde la psicología podemos hablar del vampiro energético. Este se puede definir como una persona que se alimenta de la energía vital de otros seres humanos. Actúan absorbiendo la energía de las personas de su entorno con tan solo su presencia corporal y su exceso de verborrea (trastorno del habla, caracterizado por la producción excesiva de palabras, a menudo acompañada de una disminución en la coherencia y la claridad del mensaje).

Es más fácil y probable encontrar vampiros energéticos en nuestro ambiente social que al mismísimo Conde Drácula, protagonista de la exitosa novela de ficción del escritor irlandés Bram Stoker. Los vampiros con los que tenemos que convivir pueden ser diurnos y nocturnos ya que no les afecta absolutamente para nada nuestra apreciada luz solar. Es muy importante destacar que son los únicos que tienen la capacidad de absorber la energía de personas que actúan de forma similar.
El contacto con ellos también es conocido popularmente como relaciones parasitarias. El término “parasitismo” se refiere a una forma de relación entre los seres vivos, en los que una de las partes (el huésped) resulta perjudicada por las actividades que realiza la otra parte para sobrevivir (el parásito). Es una forma de relación que se produce en muchas especies, no solamente en los humanos. Por ejemplo, las pulgas son los parásitos de los perros, y el anisakis es el parásito de los peces.
El vampiro actúa tomando la energía de las personas de su entorno para su propio beneficio sin devolver absolutamente nada a cambio. La mayoría de ellos lo hacen de manera inconsciente y es precisamente eso lo que los hace mucho más peligrosos. Esta circunstancia nos obliga a estar mucho más atentos a cómo percibimos nuestro propio cuerpo y nuestro ánimo cuando nos relacionamos con ciertas personas de nuestro círculo más cercano.
Identificarlos puede resultar fácil. Por lo general son personas egocéntricas y autocomplacientes, que solo piensan en ellas mismas y se relacionan con los demás por conveniencia y totalmente desconectadas de las personas con las cuales aparentemente se están relacionando.
Las señales corporales más comunes cuando te relacionas con un vampiro energético pueden ser varias. Por ejemplo: Después de reunirte con esa persona te sientes muy agotado y solo piensas en descansar o dormir, con la sensación de que te ha pasado un camión por encima. También, después de relacionarte con dicho elemento te puedes quedar con una sensación de mal humor y malestar general. Incluso puedes llegar a somatizar hasta el punto de enfermar, llegando a tener décimas de fiebre (esto lo confirmo porque lo he experimentado en primera persona). Otra sensación que puedes llegar a sentir es que puedes empezar a dudar de ti mismo y notar cierta inseguridad sobre tus acciones ante la vida. Para rematar, puedes llegar a desear ingerir una buena dosis de dulces o alimentos poco saludables para levantar tu ánimo, ya que dichas criaturas humanas te han arrebatado tu valiosa energía.
La mayoría de ellos tienen en común un estado constante de infelicidad e insatisfacción. Acostumbran a tener una baja autoestima que quieren ocultar y un nivel exagerado de narcisismo clásico (preocupación excesiva hacia uno mismo y sus propias necesidades). Estas personas en ningún momento son conscientes de los sentimientos de los demás, ya que no son conscientes de sí mismos.
En muchas ocasiones estos vampiros se alimentan devaluando la autoestima de sus personas más cercanas. Necesitan una atención constante- y en ocasiones agobiante- de los demás para suplir la carencia de afecto y protección que probablemente en su infancia no tuvieron.
Con su autoestima baja, sus traumas debidos a problemas no resueltos de su pasado y con la sensación de vacío interior que sienten, intentan por todos los medios posibles reclamar la atención de los demás para poder sentir que son vistos y sentidos de alguna manera.
A estas personas te las puedes encontrar en tu entorno humano más cercano: un compañero de trabajo altamente competitivo y para nada cooperativo; un miembro de tu propia familia que sea quejoso crónico; un compañero de estudios que con tan solo su presencia, su actitud y su comportamiento te hace sentir constantemente en tensión.
Normalmente, son personas que presumen de saberlo todo de forma clara o con sarcasmo. Nadie en el mundo se entera de nada, menos ellos que son los más listos del mundo. Se alimentan de las buenas personas y su principal propósito es hacerte sentir inferior a ellos. Si por aquellas cosas observan y detectan que tienes alguna virtud, no dudarán en restarle el valor que se merece, porque no lo pueden soportar.
Si tienes un proyecto en mente que te hace ilusión, intentarán devaluarlo al instante, eliminando rápidamente el buen ánimo que tenías y te dejarán con una sensación más bien amarga. Solo señalan la parte negativa del asunto concreto y nunca se alegran del éxito de los demás, ya que son envidiosos y celosos por naturaleza.
Las víctimas preferidas del vampiro crítico son las personas altamente empáticas. Se aprovechan de su sensibilidad para engañarlos y sacarles toda la energía, ya que sienten que la persona empática tiene dificultades en poner límites a los demás, para evitar los conflictos interpersonales.

Para defendernos de ellos tendremos que tomar mucha distancia emocional y física, siempre que sea posible. También puede ser una brillante oportunidad para comunicar a dichas personas que su comportamiento hacia tu persona no te sienta bien, ya que te afecta mental y emocionalmente. Es muy importante respetarse y quererse con el objetivo de cuidarse, ya que para un buen equilibrio de nuestra salud no es bueno relacionarse de manera tóxica y dañina.
Tipos de vampiros energéticos
Vampiros dramáticos: Te pueden arrastrar en su agujero de dramas. A medida que nos vamos relacionando con ellos de forma cotidiana nos acaban generando estrés y fatiga emocional. Esta clase de vampiros solo ve el lado negativo de la vida, todo es un drama y su estado anímico es bajo. Si estamos mucho tiempo bajo su influencia negativa y la de su mal humor, lo más probable es que nos acabemos contagiando.
Vampiros papelera: Son aquellos que te utilizan como papelera, para que ellos puedan vomitar todos sus dramas personales, sin preguntarte por tu vida íntima en ningún momento. Si quedas con ellos solo hablarán de su vida y de sus problemas, sin dejarte espacio para que te puedas expresar. Cuando llegues a casa tendrás una sensación de agotamiento y no sabrás por qué.
Vampiros bajo el paraguas de la enfermedad (síndrome de Münchhausen): Son aquellos que fingen estar enfermos para recibir atención médica o familiar y alimentarse de toda la atención y energía empática que le ofrece todo el mundo.
Vampiro pusilánime: No tienen un comportamiento exagerado o histriónico, sino más bien son seres desvalidos y sin capacidad de desenvolverse por sus propios medios y autonomía. Hacen que su entorno les tenga lástima y les ayuden en todos los ámbitos de su vida, robando tiempo y energía a los demás.
Vampiro de la red social (llamado “Trol”): Este normalmente se siente muy inferior debido a su mucha frustración e insatisfacción personal. Aprovecha el anonimato de las redes sociales faltando el respeto, insultando a diferentes perfiles para obtener repercusión mediática, absorbiendo así la energía de las personas. Esto lo hace para obtener la atención que no tiene en su penosa vida. Lo mejor que se puede hacer es no contestar a sus ataques para no alimentar su ira de medidas magnas.
Vampiro narcisista: El mundo gira en torno a ellos. Se sienten los más importantes y las conversaciones se reducen a tener que hablar de ellos, ya sea de sus problemas o de sus hazañas. Se sienten desproporcionadamente valiosos y tienden a manipular y engañar para que el interlocutor caiga en su trampa. Siempre se burlarán y humillarán al interlocutor, pero serán muy amables y educados siempre que el interés que hay de fondo- y que ocultan- sea beneficioso para ellos.
Vampiro adicto a la ira: Son muy conflictivos ya que para mantener el control gritan mucho cuando discuten. Pueden llegar a decir cosas terribles delante de otras personas, sin contemplaciones, dañando mucho la autoestima de la otra persona afectada. Tienden a culpar a los demás de todo lo sucedido. Les cuesta mucho admitir que ellos se equivocan y rara vez llegan a pedir perdón.
Vampiro victimista: El mundo entero está en su contra y nunca se responsabilizan de lo que está sucediendo en su vida. Normalmente siempre encuentran una razón o excusa para no hacer cambios. Adoptan un comportamiento más bien vulnerable y una actitud quejosa.

Para identificar si nos relacionamos con algún tipo de vampiro es muy importante sentir si nos da pereza saber de ellos o cuando al sonar el teléfono y ver su nombre aumenta nuestro estado de ansiedad. Si detectamos estas señales, es que convivimos con uno de ellos y tenemos que evitar a toda costa nutrirlos de nuestra energía.
De la misma manera que necesitamos alimento físico para sostener nuestros cuerpos, también necesitamos un flujo constante de energía o fuerza vital para mantener nuestro bienestar mental y emocional y la chispa que anima nuestra existencia.
Una parte importante del Cosmos está compuesta de energía, que va desde las partículas subatómicas más pequeñas hasta la inmensa extensión de las galaxias. Como seres humanos no somos ninguna excepción, nosotros también estamos compuestos de energía y la tenemos que proteger.
Para terminar, quería realizar una pregunta abierta a todas las personas que estén leyendo este artículo:
¿Alguna vez te has sentido agotada/o emocionalmente después de interactuar con ciertas personas, como si tu fuerza vital hubiera sido arrebatada, dejándote vacía/o y vulnerable?
BIBLIOGRAFÍA
Canal de Youtube: Generación Estoica con el título - Bloquea a los Vampiros Energéticos con (Técnicas de Aura)
Podcast Psicología a Ladrillazos con el programa: Vampiros Energéticos
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