El impacto psicológico del trauma con el Dr. Gabor Maté
- Jordi Abarca
- 2 jul
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 5 jul
La publicación de este artículo es gracias a las aportaciones del prestigioso doctor, escritor y orador canadiense Gabor Maté, especialista en el estudio y tratamiento de las adicciones, trastorno de déficit de atención y experiencias tempranas en la infancia.

Un médico muy distinto a la mayoría de sus colegas de profesión, ya que a él no le interesan los egos de la profesión y lo que más valora es el trato humano. Paralelamente, esto no significa en absoluto que no respete ni considere la medicina occidental como ciencia. El dr. Maté va más allá de recetar fármacos para ayudarnos a olvidar y aliviar temporalmente un dolor que nos incomoda y nos genera malestar en nuestro cuerpo. Él está mucho más interesado en ir más allá del síntoma físico para centrarse concretamente en la parte psíquica y emocional, para encontrar la raíz del problema que presenta la persona. Él considera que uno de los grandes problemas del paradigma de la medicina alopática es que se separa totalmente la mente del cuerpo ignorando completamente la influencia de las emociones en la alteración de la salud.
Gabor Maté comparte que vivimos en una sociedad y en una “cultura tóxica”, refiriéndose a cómo nos afecta la actual polución ambiental, nociva para nuestra salud, y de la progresiva imposición sobre la visión dual en el mundo que habitamos. Actualmente se observa que tenemos una vitalidad colectiva muy deteriorada, en un mundo moderno donde van creciendo exponencialmente las enfermedades físicas, mentales y un sinfín de adicciones. Nuestro protagonista llega a la conclusión de que hay muchas cosas que no van nada bien en nuestra sociedad actual. Las enfermedades cada vez están más relacionadas con estrés crónico, desigualdad social, pobreza, catástrofes climáticas, aislamiento social y una constante falta de seguridad económica.
Gabor Maté considera que las enfermedades crónicas y la mala salud general están en aumento en los países occidentales, a pesar de tener sistemas de salud sofisticados. Como médico profesional nos explica de forma metodológica que nuestro cerebro es el órgano central de un supersistema. Este influye en todos los aspectos del funcionamiento fisiológico, desde el calibre de los vasos sanguíneos hasta las contracciones de nuestros intestinos, los latidos de nuestro corazón, la fabricación de células del sistema inmunitario en nuestra médula ósea, las secreciones de nuestras glándulas sexuales y el funcionamiento de nuestros riñones.
Por otra parte, nos comparte que las emociones afectan a los nervios y a la inversa, los nervios actúan sobre las hormonas, las hormonas sobre el sistema inmunitario, el sistema inmunitario sobre el cerebro, el cerebro sobre los intestinos, los intestinos sobre el cerebro y este actúa sobre el corazón y viceversa. Asimismo, nuestros cuerpos influyen en nuestros cerebros y mentes.
Distintas conclusiones de miles de estudios que producen enfermedad
La separación entre la mente y el cuerpo
Los hijos de padres estresados tienen muchas más probabilidades de padecer asma (el estrés de los padres afecta a la fisiología de los hijos).
Las mujeres afroamericanas estadounidenses que más sufren el racismo padecen mayor riesgo de asma.
Los hombres abusados sexualmente en la infancia triplican el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
La artritis reumatoide es causada por el estrés a largo plazo.
La escoliosis múltiple, una enfermedad dolorosa y misteriosa, está relacionada al trauma y al estrés.
Las personas que expresan a menudo rabia descontrolada (emociones reprimidas) son personas con la presión arterial alta por toda la adrenalina acumulada. Estas son más propensas a padecer derrames cerebrales y enfermedades del corazón.
En Estados Unidos, el país más rico de la historia, el 60% de los adultos tiene una enfermedad crónica, como la hipertensión y la diabetes. Prácticamente el 70% de los norteamericanos toma un fármaco recetado.
La tasa de obesidad empieza a ser muy alarmante en muchos países de occidente y oriente.
En Canadá la depresión y la ansiedad son los diagnósticos que van creciendo más.
En la Unión Europea los trastornos causados por problemas mentales han registrado un aumento preocupante.
Millones de niños y jóvenes norteamericanos están medicados con antidepresivos y antipsicóticos, con consecuencias a largo plazo desconocidas para su cerebro. Estos están manifestando comportamientos agresivos o autolesivos, exponiéndose cada vez más en las redes sociales.
El TDAH infantil se ha convertido en China en un problema sanitario público que va en aumento.
En las universidades británicas están experimentando un aumento de la ansiedad, depresión y colapsos nerviosos entre los estudiantes.
La conclusión más importante de Gabor Maté es: “Si aliviamos el trauma y el estrés la enfermedad mejorará significativamente”.
Historia de su vida
Nacido en Budapest (Hungría) el 6 de enero de 1944 en el seno de una familia judía, muy traumatizada por las barbaries del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial (seis millones de judíos fueron asesinados por el régimen de la Alemania nazi, entre ellos sus abuelos paternos, Josef y Hannah Lövi).

Su infancia no fue nada fácil y en la mayor parte de su vida ha sufrido mucho. Cuando nació, su padre no estuvo presente en el parto, ya que el hombre se encontraba sometido por los nazis a realizar trabajos forzados. Antes de nacer faltaban solo dos meses para que la Alemania nazi ocupara rápidamente Hungría dentro de la operación militar Margarethe. Su madre muy asustada ante esta terrible situación de desesperación entregó a su retoño Gabor -de once meses- a una desconocida mujer cristiana que se encontró en un gueto de Budapest, para asegurar la supervivencia de su hijo. Esta se lo llevó rápidamente con unos parientes que vivían en mejores condiciones y lo pusieron a salvo durante seis semanas.Finalmente, pasado este tiempo, se produjo el reencuentro entre madre e hijo, pero dejando consecuencias negativas para el futuro desarrollo psíquico del pequeño Gabor.
De adulto, esta separación traumática y dolorosa le pasó factura, dejando una gran huella en su inconsciente. No tuvo más remedio que desconectar de sí mismo para poder procesar el daño emocional que tenía incorporado en su interior. Es bien cierto que de pequeño e inteligentemente, Gabor Maté tuvo que activar inconscientemente esta desconexión para poder sobrevivir. Siento personalmente que tiene que estar bien agradecido a los mecanismos de defensa que tuvo que poner en marcha en su temprana infancia. En su madurez esta sensación de abandono persistía dentro de su cuerpo y se manifestaba constantemente en su día a día, sobre todo proyectándole a su esposa Rae Maté el miedo al rechazo. Por momentos llegaron a padecer una complicada y difícil relación matrimonial. La única salida sana para Gabor era volver a conectar con su cuerpo, desconectado por causas traumáticas experimentadas en la infancia. Dicho con sus palabras “La curación es la reconexión con uno mismo, para crear tu propia vida sin que te condicione tu propio trauma”.
Parece ser que la madre del Dr. Maté tenía registrados todos estos desafortunados hechos escritos en un diario. En este expresaba que habían sido las seis semanas más duras de su vida. Cada vez que Gabor Maté tenía la intención de leerlos, le causaba profundos mareos. Hasta que no estuvo preparado para procesar y sostener dicha información tan dolorosa para él, no decidió leer los escritos que describían los terribles sucesos.
Retomando la historia familiar, en 1956 decidieron emigrar a Canadá durante la Revolución Húngara. Es aquí donde Gabor Maté se formó y se graduó como médico. En la actualidad ejerce como profesor en Vancouver, donde también tiene su residencia.
El trauma del Dr. Gabor Maté
Este médico prestigioso se consideraba autoexigente, adicto al trabajo y al éxito laboral. Todo esto provocaba una ausencia física y emocional en su hogar. En su día a día se repetía constantemente su propio trauma infantil de abandono, ya que se presentaba ante los pacientes con el rol de gran salvador. De manera inconsciente también lo hacía para salvarse a sí mismo. El trauma de su pasado le estaba repercutiendo de pleno en su presente, acumulando mucha presión. Los pacientes estaban encantados con su entrega y profesionalidad, lo admiraban mucho y lo validaban todo el tiempo.
Pero cuando llegaba a casa, dicho por su esposa en el fabuloso y recomendable documental “La sabiduría del trauma”, llegaba de mal humor, irritable, era muy negativo y le daba por realizar compras compulsivas de compactos de música clásica, gastando miles de dólares en un solo dÍa.
Es muy probable, y según mi humilde interpretación, que el Dr. Gabor Maté sin darse cuenta hubiera elegido el camino de la medicina para sentirse necesitado. Ya que: si los pacientes me necesitan,no me van a dejar y paralelamente me escapo de mi trauma y sigo desconectado de mí mismo. Todo esto le suponía un esfuerzo sobrenatural, porque no quería abandonar a sus pacientes, para que estos no pudieran sentir esa sensación de abandono que él vivió en su primer año de vida.
Es importante destacar que el Dr. Maté no tomó conciencia de su trauma hasta que no tuvo aproximadamente 40 años. Fue entonces cuando empezó a auto observarse y vio que era una persona con muchas contradicciones y lleno de incongruencias. Sus hijos le tenían miedo. En la búsqueda para comprender sus propios traumas, comenzó a investigar el impacto de este en los primeros años de vida.
Uno de los descubrimientos fue que el trauma afecta a nuestro cerebro y que los cerebros de los niños traumatizados no se parecen a los cerebros de los que no lo están. El desarrollo neurológico queda totalmente alterado y aumenta la vulnerabilidad de las adicciones. En este punto el Dr. Maté empezó a relacionar y conectar el trauma con las adicciones. Una de sus conclusiones fue que cualquier adicción (drogas, sexo, juego, comer, trabajar, practicar deporte o comprar de manera obsesiva) tiene la función oculta de evitar el dolor. Tal y como él afirmaba: “Cuando la gente sufre, quiere escapar como sea del sufrimiento”
Define el término adicción como cualquier comportamiento en el que una persona encuentra alivio y ansia a corto plazo. Pero sufre consecuencias negativas y no puede renunciar a ellas.
El trauma no solo representa necesariamente un impacto grande (como un conflicto bélico, un accidente grave o una catástrofe natural). El trauma también se puede producir en una relación paterno-filial donde no te aceptan tal como eres y se puede llegar a sentir no ser digno de ser querido en tu propia familia.
Como dice el Dr. Gabor Maté hay que buscar el porqué. No el de la adicción, sino el porqué del dolor.
A su parecer, cuanto más logre una persona comprender el origen de sus problemas, incluyendo la autocrítica, la vergüenza, el autodesprecio y el perfeccionismo, más fácil será reconocer que tales comportamientos son respuestas a diversas experiencias de vida. Comparto una de sus maravillosas recomendaciones: “No hay que tener miedo a nuestro dolor”.
En su trabajo terapéutico Gabor Maté está mucho más centrado en conocer mucho más a la persona y no tanto la propia adicción, ya que la considera una respuesta al trauma. Según Gabor Maté, el término trauma es una herida interna, una ruptura o una partición duradera del yo debida a sucesos difíciles o dolorosos que le afectan.
La palabra trauma, en su origen griego significa herida y nuestro protagonista la define como: “No es lo que le pasa a una persona, sino lo que ocurre en su interior”.
El trauma se transmite de padres a hijos y pasamos a nuestra descendencia lo que no hemos conseguido resolver. El terapeuta Mark Wolynn compartió en una ocasión una frase de nuestro protagonista: “Los traumas afectan a las madres y a la maternidad, a los padres y a la paternidad, y a las relaciones matrimoniales”.
Las adicciones mantienen parte de la economía mundial
La cultura de consumo, impulsada por el capitalismo y la sociedad moderna, puede fomentar la búsqueda de satisfacción a través de objetos y una oferta de experiencias infinitas. Estas fuerzas sociales contribuyen a la mala salud y van perpetuando la adicción como posible salida de la carencia. Debido a estos traumas, se incrementan cada vez más nuestras adicciones. Estas van manteniendo al capitalismo globalizado que está destruyendo a nuestro planeta. Si estamos desconectados de nuestro cuerpo, estamos desconectados de la tierra como sistema vivo autorregulado. Si no trabajamos para sanar el trauma, perpetuamos el camino de la autodestrucción, consumiendo prácticas insanas y potenciando el cambio climático.

El sistema capitalista y las empresas farmacéuticas tratan a las personas como auténticos autómatas creados en tubos de ensayo, como si no tuviéramos necesidades emocionales. Cada vez están aumentando más las enfermedades autoinmunes que antes eran completamente inexistentes. Las enfermedades físicas y psíquicas van creciendo cada día más debido al estrés al que estamos todos sometidos. Cada vez hay más personas en el mundo que consumen ansiolíticos para dormir y podemos decir que se han convertido en un medicamento que está completamente en boga. Tan solo hace falta observar a nuestro alrededor y auto observarnos a nosotros mismos. Podemos comprobar que las prisas nos gobiernan y llevamos un ritmo frenético para atender el compromiso con el trabajo, la vida familiar, la pareja e incluso el mismísimo ocio. La actual vida moderna estresa el cuerpo, sobrecarga el sistema inmunológico y debilita el equilibrio emocional.
Nuestro protagonista nos invita a buscar un camino hacia una mayor salud y bienestar a través de una mayor conciencia de la importancia del trauma, el estrés y las relaciones sociales.
Gabor Maté es el creador de un enfoque terapéutico llamado Compassionate Inquiry (Indagación Compasiva). A día de hoy ha publicado cuatro libros best-sellers:
1. Tus hijos te necesitan: La importancia de los padres en la crianza y el desarrollo de los niños.
2. Mentes dispersas: Los orígenes y la curación por déficit de atención.
3. Cuando el cuerpo dice no: La conexión entre el estrés y la enfermedad.
4. El mito de la normalidad: Trauma, enfermedad y curación en una cultura tóxica. Este último escrito conjuntamente con su hijo escritor y compositor Daniel Maté. Le ha ocupado diez años de investigación, reuniendo 25.000 artículos, informes científicos, cientos de libros consultados y muchas personas entrevistadas.
Sus obras han sido publicadas internacionalmente en casi treinta idiomas.
Yo personalmente solo conozco su última obra, que recomiendo encarecidamente.
Para terminar quiero compartir una afirmación con mucha fuerza del Dr. Gabor Maté:
“El mayor cambio está en la relación con uno mismo”.
BIBLIOGRAFÍA
Libro de Gabor Maté: El mito de la normalidad: Trauma, enfermedad y sanación en una cultura tóxica.
Documental: La sabiduría del trauma
Entrevista realizada por Lewis Howes a Gabor Maté con el título:¡Rompe con la adicción! ¿Por qué te sientes perdido en la vida?
Podcast: Qué tengo en el coco con el título: La Sabiduría del Trauma.
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